Hoy detuve mis pasos un instante para disfrutar de este efímero rayo de luz, de las nubes cargadas de vida y bajo una lluvia de aguanieve ligera como polvo de estrellas...
Sólo duró unos segundos pero allí había belleza.
Yo la vi.
Conozco una “eira” de piedra eterna y gris, rodeada de hórreos. Allí han quedado guardados recuerdos de mi niñez y adolescencia. En aquel lugar mágico he compartido momentos inolvidables. Os invito a que esta Eira de piedra virtual sea, al igual que aquella, lugar de encuentro, entretenimiento y aprendizaje sobre el mundo que nos rodea y su cultura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario