Hace unos días que he visitado O Cabo do Mundo (Lugo) . Es un paisaje impresionante creado por la tectónica, la litología, el río Miño y el tiempo.
Cuando entre los árboles vislumbré el meandro del río me quedé impresionada por la belleza y grandiosidad del lugar. Es maravilloso ver cómo el Miño se adapta al relieve gallego y, asimismo, cómo lo modela a su antojo y necesidad donde le es necesario. Pero no menos importante es comprobar cómo el hombre se ha adaptado a este lugar, cómo lo aprovecha y cómo, todavía, lo respeta.
Después, bajé hasta el mismo río, me senté en su orilla y escuché, olí, vi, mojé en el agua mis manos sintiéndome parte de este lugar para siempre. Y sentí… paz.
No conozco ese lugar pero por la preciosa foto me gustaría conocerlo. Tal vez algún día pueda ir.
ResponderEliminarFany
Eu si que coñezo ese lugar, vivo alí dende hai dous anos, no derradeiro lugar habitado do chamado cabo do mundo. E pódovos asegurar que é no cabo do mundo onde empeza todo. A vida deixa de correr aloucada e apenas se sinte discorrer, como o mesmo río Miño, encorado... e ten un tempo de atoparse consigo mesmo e cos demais cunha perspectiva moito máis verdadeira. Alí aprende un a disfrutar da soidade e adisfrutar da compañía da xente...
ResponderEliminarCabezadunto Keoson Eu
Es un home afortunado polo que contas, e sabio tamén...
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