8 de mayo de 2020

EVOLUCIÓN GEOMORFOLÓGICA DE GALICIA


Es inevitable hacer un rápido recorrido por la evolución del relieve gallego hasta llegar a ser el escenario de nuestras vidas para entender como Galicia se ha convertido en lo que ven nuestros ojos.

Nuestro viaje comienza hace 2.000 millones de años, llega hasta la actualidad y continuará en el futuro. En aquella época tan lejana, el sector central del actual Macizo Gallego tiene a ambos lados dos surcos marinos no muy profundos que serán rellenados de materiales paleozoicos y antepaleozoicos a lo largo de toda la Era Primaria. Durante la orogenia Herciniana (hace unos 400 millones de años), esos materiales son elevados, plegados o fracturados, surgiendo en la superficie materiales metamórficosy también rocas plutónicas ( granitos ). El territorio gallego se fragmenta en numerosas parcelas siguiendo las fracturas que se producen en este momento. 



 
 Bolas de granito en Penas de Rodas (Outeiro  de Rei- Lugo)


 Durante el Secundario todo ello es reducido a llanura.

Ya en la Era Terciaria, a consecuencia del plegamiento alpino, esta llanura se fractura en todas direcciones. Los materiales situados en la parte oriental son más plásticos (calizas) y se pliegan más que fracturarse. Quedan así bloques escalonados a distintas altitudes. Son éstas mayores en el Este y descienden hacia el Oeste. Estos bloques también van a sufrir erosión y son desequilibrados de nuevo, más o menos al nivel de hoy, en la segunda mitad del Terciario. Aún las montañas más altas que tenemos en Galicia, tienen las cumbres arrasadas. La red fluvial, instalada previamente, irá cortando los bloques según éstos ascienden, mientras que apenas lo hace en los que van descendiendo.
 

Caliza en O Val das Mouras (O Caurel- Lugo)


Pliegue en Campodola  (Quiroga -Lugo)



Pliegue de Campodola- Leixazós  (Quiroga -Lugo)




Durante el Cuaternario se producen fuertes cambios climáticos. Existen períodos muy fríos (aparecen huellas de glaciarismo cuaternario sobre las partes más altas de Ancares, Serra Segundeira, Serra de Queixa, Xurés, Courel...), en que los ríos llevan poca agua y el nivel del mar desciende... Y otros períodos más benignos, interglaciares (de los que también hay restos incluso en la costa cantábrica de Galicia), en que se funden los hielos y el mar eleva su nivel. Como consecuencia de esta alternancia, hay momentos de excavación de los ríos y momentos de depósito de materiales. Se forman así terrazas fluviales que aparecen por buena parte de Galicia como testigo de la evolución. Otras pruebas- testigo de la evolución de Galicia en este período son los campos de bloques ( fragmentados, levantados y movidos por el hielo), ríos de bloques, depósitos de ladera, y está probada la existencia de diversos tipos de glaciares.



A Devesa de A Rogueira (O Caurel- Lugo) se asienta sobre un antiguo circo glaciar.


El campo de bloques donde nace el Miño (Meira- Lugo)







Es muy importante resaltar el papel de otro agente ajeno a la naturaleza pero igual de importante para la evolución del relieve y el medio: el hombre. La acción antrópica en Galicia es evidente desde hace unos 5.000 años, si no antes. Existe en este momento un retroceso del "quercus" ( roble/" carballo") asociado a un enfriamiento del clima y, además a una deforestación de tipo antrópico. Esta actividad deforestadora es más acusada a partir del Bronce inicial asociada a la roturación de nuevas tierras para el cultivo. Ya en épocas históricas este proceso ha continuado por razones variadas (cultivos, fabricación de papel, exportación de madera, etc....). Estas rozas afectan a las áreas de mayor pendiente porque una vez desprovistas de vegetación son más fáciles de atacar por los procesos morfogenéticos. Sin embargo, también el hombre se ha preocupado de paliar la situación construyendo terrazas, habituales en muchos valles meridionales, que sirven de freno a la evolución del relieve. Construidas de abajo- arriba de los valles, crean escalones artificiales que van deteniendo el descenso del agua por las vertientes y propician la aparición de nuevos suelos.


Terrazas en la ladera del río Miño


El excesivo pastoreo también influyó en ciertas áreas en que se fuese perdiendo el escaso manto de suelo. Sin embargo, cuando se cultivó el monte, se frenó la evolución del relieve.El cambio de especies autóctonas como el "carballo" (Quercus robur)por otras ajenas como el eucalipto, puede provocar, a largo plazo, la aceleración de los procesos al romper el ciclo biológico. También la construcción de embalses de agua origina una deceleración de la morfogénesis al frenar la excavación de los ríos. Sin embargo, sus riberas cambian muy rápidamente por los ascensos y descensos del nivel del agua.

Como vemos, el hombre es un agente a tener en cuenta en la evolución del relieve.
 
 
A modo de  resumen de lo expuesto podemos dividir el relieve gallego, de modo general, en tres subunidades:
 
Sectores levantados, cuyo conjunto más importante es la banda oriental con niveles de cumbres entre los 1600- 2000 metros ( Ancares, Caurel, Eixe, Segundeira, Queixa, Xurés, Larouco...) . Las montañas septentrionales con mucha menos altura ( Faladoira, Capelada...) . Las centro-occidentales o Dorsal gallega ( Loba, Cova da Serpe, Faro, Testeiro, Suido, Faro de Avión ...) entre los 700- 1.100 metros de altitud.
 Grandes extensiones en la Galicia interior, entre los 400- 600 metros. Meseta lucense, NO de Orense, O de la Dorsal, centro de la provincia de la Coruña.
Fosas tectónicas : As Pontes, Sarria y Monforte, Valdeorras, Quiroga, Maceda, Xinzo, Verín.... La más particular es la depresión Meridiana, de N a S, entre Carballo y Tui.
 

Bibliografía:

- DERRUAU: Geomorfología

Editorial Ariel, 1991
 
- PÉREZ ALBERTI, A.: Xeografía de Galicia, Tomo I : O

Ed. Sálvora, La Coruña, 1982
 
- V.V.A.A.: Geografía de Galicia, Tomo I

La Opinión, La Coruña, 2000

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