Todos los que me conocéis sabéis que adoro el mar que me vio nacer y también el campo y la montaña. Este sábado el sol pudo con las nubes y nos regaló una preciosa tarde para pasear por aldeas y "corredoiras". No podía desperdiciarlo y me adentré por los caminos llenos de barro que las lluvias y nieves dejaron como huella. Mis botas sufrieron las consecuencias aunque nada que no se pudiera solucionar con una buena limpieza y mi mente, mi alma, mi ser...también. Me llené en positivo de aire puro, disfruté caminos solitarios en la belleza del invierno, pude tomar unas bonitas fotografías y sentir que estoy viva.
El invierno es menos duro al pasear contigo de esto modo virtual; recorrer nuestras corredoiras es algo que tendríamos que hacer mucho más amenudo por que hay que recordar siempre......QUE LO IMPORTANTE ES EL CAMINO. Muchas gracias Soni,
ResponderEliminarGracias a tí querido Jose por acompañarme siempre en el paseo y en el camino. Gracias de corazón.
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