Las golondrinas marcan el final del verano. Nos dejan durante unos meses en su eterno viaje del Norte hacia el Sur y viceversa buscando siempre lugares más acogedores.
Tras su marcha llega el otoño y sus estampas que hoy se plasman en un viejo conocido de este blog: el pueblo de Carballal en O Caurel.
La antigua escuela...
Sus calles...
Sus castaños...
Sus caminos...
La capilla...
Sus entrañas de hierro...
Siempre esa belleza del Caurel que nos persigue por donde quiera que vayamos...
Y a tí, ya sabes quien, gracias mi buen amigo.
Son bonitas las fotos, parecen de un profesional, jaja. Gracias por poner en este hermoso sitio estas instantáneas hechas para el recuerdo de un hermoso lugar. Los coloridos son únicos, bueno... existe otro lugar mágico que en otra ocasión te contaré.
ResponderEliminarQuerido FPM a estas fotos sólo les hacía falta un poquito más de contraste que es lo que les he dado.El resto es mérito de un "misterioso" fotógrafo...jejeje...Gracias a tí y expectante estoy sobre ese otro lugar. Un biquiño!
EliminarSonia, vas a conseguir que sea una necesidad ir a conocer un lugar como este en mi siguiente retorno a Galicia. Gracias. Bicos
ResponderEliminarNo te lo pienses más. Cuando vengas, si quieres, puedo darte unas pautas para que disfrutes el Caurel como se merece. Te aseguro que vale la pena y no te defraudará. Es de las cosas más gallegas que tenemos en Galicia. Un besiño!
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